Casi todos las tenemos, todos las gastamos y pocos nos atrevemos a cambiarlas nosotros mismos. Cambiar las pastillas de freno de una moto tú mismo es algo tremendamente sencillo que conseguirá ahorrarte unos cuantos euros. ¡Atrévete!
Es posible que a veces, llevado por mi optimismo, considere que alguna tarea concreta del mantenimiento de una moto podemos hacerla nosotros mismos dada su sencillez. Reconozco que a veces he podido exagerar, pero es que, cambiar las pastillas de freno, ¡es lo más fácil del mundo!
El domingo pasado, cansado de escuchar ese molesto chirrido que me atormentaba cada vez que accionaba el freno delantero de doble disco de Azahara, mi BMW R45, decidí bajar al parking comunitario de mi edificio y terminar con el problema de raíz. Tocaba cambiar las pastillas de freno.
Era una de las pocas cosas que no había cambiado desde su compra, y aunque el traqueteo de la rueda delantera cuando frenaba, diera la impresión de que la moto tuviera ABS, no era otra cosa que unas pastillas gastadas o en mal estado.
¿Cada cuánto se cambian las pastillas de freno de una moto?
No me gusta dar cifras tipo “cada cuántos kilómetros cambiar las pastillas de freno”, prefiero observarlas y cuando veo que el grosor de la pastilla es muy fino o la moto no frena adecuadamente cambiarlas.
Sin embargo, como sé que quieres ese dato, con un uso normal, las pastillas de moto suelen cambiarse cada 60.000 km.
¿Cómo cambiar las pastillas de freno tú mismo?
El procedimiento es tremendamente sencillo, pero aun así vamos a preparar un listado para no dejarnos nada en el tintero.
1. Compramos las pastillas de freno
Este paso es posiblemente el más difícil de todo el proceso. En ocasiones, un mismo modelo puede montar diferentes pastillas de freno en función de su año o versión. Asegúrate que compras las que corresponden a tu moto.
¿Dónde comprar pastillas de freno?
Yo suelo comprarlas por internet, en la casa oficial cuestan una pequeña fortuna. Puedes encontrar unas magníficas pastillas de freno sin moverte de casa, por unos 15€. En motos de mayor cilindrada tendrás que rascarte un poco más el bolsillo.
2. Desmontamos las pinzas de freno
Ayudados de una buena herramienta para no estropear unos tornillos que deben durarnos muchos años, desmontamos de la horquilla las pinzas de freno.
Seguramente los tornillos estén duros como piedras: unos golpecitos con el martillo o aplicar algo de calor con un mechero o un secador puede ayudarte.
¡Ojo! Sólo las separaremos de la horquilla, no del latiguillo, por donde discurre el líquido de freno.
No soy químico, y quizá me equivoque en esto, pero prefiero no utilizar 3 en 1 cerca de las pastillas de freno. Aunque sólo sea por asociación de ideas, no me gusta lubricar la parte de mi moto que tiene que clavarme en el asfalto en caso de emergencia.
3. Soltamos las pastillas de freno antiguas
Una vez hayamos separado las pinzas del disco de freno, con un destornillador plano, soltamos la placa superior de la pinza. Quedarán a la vista las pastillas de freno.
Disculpa la suciedad de mis fotos, pero una pieza que va tan pegada al suelo en una moto de 40 años que se usa cada día… ¡limpia no puede estar!
Ayudados de unos alicates o de un martillo, vamos empujando con cuidado los vástagos que sujetan las pastillas. Procura no golpear la pinza, sólo los vástagos (los cilindros metálicos), que deberían salir sin demasiado esfuerzo.
En ocasiones tienen unos capuchones de plástico: puedes quitarlos fácilmente con la mano o un alicate.
Una vez que hayas sacado los vástagos, las pastillas estarán libres, y puedes sacarlas por debajo de la pinza. Ten mucho cuidado para no perder el separador de pastillas, y toma buena nota de cómo estaba montado.
4. Colocamos las pastillas de freno nuevas
Se trata de hacer exactamente el mismo proceso pero a la inversa. Si has estado manipulando líquido de frenos, cosa que no te recomiendo si estás cambiando las pastillas, ten mucho cuidado para no manchar las pastillas nuevas. El líquido de frenos es tremendamente corrosivo y se adhiere a las pastillas, anulando la frenada.
Si has hecho fotos de todo no tendrás problema para montar los separadores exactamente igual que como estaban.
5. Volvemos a montar las pinzas
Deja todo como lo encontraste, aprieta bien los tornillos pero sin hacer el bruto. Si te pasas con el apriete puedes quedarte sin tornillo y sin la rosca de la pinza, un drama bastante difícil de arreglar.
6. Comprobamos los frenos
Antes de utilizar la moto comprueba que frena correctamente. Aprieta la maneta de freno y comprueba que está dura. Durante el proceso ni se te ocurra tocar la maneta, los pistones podrían salirse de la pinza y llenar todo de líquido.
Ya sólo te queda disfrutar de tu moto y de su renovada frenada, con el dinero que te has ahorrado haciéndolo tú mismo. Como ves, cambiar las pastillas de freno de una moto no ha sido complicado. La satisfacción del trabajo bien hecho no tiene precio.
Hola, me puedes pasar al correo un enlace de donde has pillado las pastillas? generalmente las veo al doble de precio en internet. He visto que es muy sencillo de cambiar, y mi r45 al tener un solo disco creo que no tendría ni que desmontarlo, se podría hacer in situ. Y una pregunta… como se puede saber si las zapatas del freno trasero están desgastadas? También te agradecería un enlace donde poder comprarlas. Si subes un tutorial para hacer esto último estaría genial. Mi correo: kapalme@gmail.com
Gracias!
Hola Alexis,
Yo siempre las compro en Natxo Barral (http://www.natxobarral.com/cart.php?moto=&fam=&action=add&id=34112301360.R1). Curiosamente, su precio es el doble que cuando las compré la última vez. No sé si ahora el kit incluirá las 4 pastillas. Puedes llamarles y preguntar. Esa misma referencia, el año pasado me costó 14,05€.
Para las traseras tienes que desmontar la rueda. No obstante, si la moto frena bien, yo no me molestaría en cambiarlas.
Un saludo.
Quien me podría despegar y poner pastillas en las pinzas de la Ducati Mini Marcelino Super del año 1971/72,muchas gracias por adelantado, Zona Alicante y provincia.