Y otras verdades incómodas sobre este sistema.
Hoy traigo un tema que me preguntáis muchísimo: ¿El sistema Start-Stop se carga la batería antes de tiempo?
Seguro que lo sabes pero, antes de responder, vamos a entender de qué va esto del Start-Stop.
🚗 ¿Qué es el sistema Start-Stop?
Muy simple: un sistema que apaga automáticamente el motor cuando el coche se detiene (por ejemplo, en un semáforo o un atasco) y lo vuelve a arrancar en cuanto pisas el embrague o sueltas el freno.
¿Para qué sirve? Para ahorrar combustible y reducir emisiones, sobre todo en ciudad.
💡 ¿Por qué se introdujo?
Por las normativas europeas anticontaminación.
A finales de los 90 y principios de los 2000, las marcas buscaban cualquier forma de reducir consumos y emisiones sin tener que rediseñar por completo los motores. Y se les ocurrió la brillante idea del Start-Stop.
No es moco de pavo, bien usado puede llegar a reducir el consumo entre un 8 y un 15%.
El primer coche en montarlo de serie fue el Fiat Regata ES (por Energy Saving) en 1983. Ellos no le llamaron Start-Stop sino Citymagic (magia en la ciudad). A partir de ahí, se fue extendiendo poco a poco, y hoy en día es raro encontrar un coche nuevo sin su Start-Stop.

Sí, lo sé, ya no se hacen coches así 😞
🔋 ¿Gasta más la batería?
Vamos a lo importante: El sistema Start-Stop no gasta más la batería… siempre que lleves la batería adecuada.
Los coches equipados con Start-Stop vienen preparados de fábrica con baterías especiales, diseñadas para aguantar los continuos arranques y paradas. Si la batería fuese normal, la fundiría en la mitad de tiempo.
El problema viene cuando toca cambiarla. Si montas una batería convencional (más barata), te la cargas en pocos meses.
En concreto, los coches equipados con este sistema, montan baterías EFB (Enhanced Flooded Battery) o baterías AGM (Absorbent Glass Mat), mejores aún. Son baterías que duran más que las convencionales de plomo-ácido y aguantan mejor los ciclos de carga y descarga.
Pero… ¿todo esto tiene algún pero?
Podría quedarme aquí, pero entonces no seríamos verdaderos burros.
Sin duda, el sistema Start-Stop cumple con su objetivo principal de reducir el consumo y las emisiones, sin embargo, a nadie nos gusta que nos hagan sentarnos y levantarnos continuamente, ¿no? Al final te acaban doliendo las rodillas y con agujetas…
Algo parecido le pasa a tu coche, los arranques y paradas continuas no le gustan a componentes como el cigüeñal o el motor de arranque, por eso tienen que reforzarse para estos coches.
Además, el sistema Start-Stop todavía tiene un fleco por pulir: es que tiende a interrumpir el proceso de regeneración del filtro antipartículas (sobre todo en motores diésel). Debido a esto, pueden aparecer averías que, a largo plazo, te dolerán en la cartera.
✅ Conclusión de burro:
El Start-Stop no es el demonio, ni se come la batería… siempre que uses la batería adecuada y el coche esté bien preparado.
Eso sí: como casi todo en mecánica, no hay soluciones mágicas. Lo que ganas en consumo y emisiones, lo pagas en un poco más de desgaste para algunos componentes. Y si tienes un diésel con filtro antipartículas, ojo con las regeneraciones.
Al final, como siempre digo: entender cómo funciona tu coche es el primer paso para cuidarlo mejor. Y en eso estamos cada quincena. 🚗💨
¿Tú qué opinas del Start-Stop? ¡Te leo en comentarios!
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