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Cómo hacer una Cafe Racer (tú mismo) – Tapa blanda

19,60 

Libro que explica paso a paso qué puedes hacer y qué no puedes hacer en la transformación de una moto.

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La primera vez que me planteé construir una Cafe Racer, hace ya algunos años, mis conocimientos de mecánica eran más que limitados, no tenía ni la menor idea de diseño y por supuesto desconocía la normativa relativa a la homologación de reformas en una motocicleta.

El resultado: una Ducati Forza del 79 pintada y tapizada por mí mismo, casi imposible de conducir y por supuesto no homologable para circular por ninguna ciudad, ni pasar la ITV. Tuve que venderla por piezas pues el estropicio no podía solucionarse de otra manera.

Después de Afortunada, pues así se llamaba aquella Ducati, vinieron muchas más. Muchas horas de formación, de fracasos y victorias, y sobre todo, muchas horas en el taller. Horas dedicándome a lo que más me gustaba, restaurar y transformar motos.

Me encanta lo que hago, y me encanta contarlo. A través de este libro quiero ayudarte a no cometer los mismos errores que cometí cuando empecé, pero por encima de todo, quiero demostrarte que puedes hacerlo.

Puedes elegir una moto que sea la base de tu proyecto Cafe Racer, puedes diseñar tú mismo la moto de tus sueños, puedes conseguir los elementos y montarlos sobre el chasis, y finalmente puedes conseguir que todo funcione a la perfección. Quiero demostrarte que sólo te hará falta una caja de herramientas, un pequeño local (incluso un trastero) y muchas, muchas ganas.

No soy mecánico, aunque los admiro de todo corazón. Gracias a escucharles he aprendido gran parte de lo que sé, pero, como los médicos, a veces hablan en un idioma muy complicado de entender para los comunes mortales. Voy a contarte cómo hacer una Cafe Racer, pero voy a contártelo como si estuviéramos tomándonos una cerveza en el bar de al lado del taller, con palabras que entienda todo el mundo, porque de eso trata esta historia, de acercar la transformación de motos a las personas como tú y como yo.

Aquí comienza el camino, ¿subes?