Te cuento cómo funciona el sistema de refrigeración de un motor de moto, qué tipos existen y qué mantenimiento necesitan.
Hoy te traigo un tema de nuestro libro de mecánica para burros. Todos tenemos una pesadilla: que nuestra moto se gripe. Precisamente el sistema de refrigeración se encarga de que eso no pase
¿Por qué es necesario enfriar un motor de moto?
El motor alberga en su interior un auténtico infierno.
Por una parte, en la cámara de combustión (cuyo nombre ya asusta), se producen miles de explosiones provocadas por la chispa de la bujía sobre la mezcla de aire y gasolina.
Por otra parte, el pistón, sube y baja sin parar dentro del cilindro, haciendo rozar metal contra metal en una secuencia interminable.
Además de esto, otras muchas piezas se mueven y chocan entre ellas sin parar, como los balancines sobre las válvulas, los engranajes de la transmisión o las bielas con el cigüeñal.
Es lógico pensar que, en esta sucesión de explosiones, roces y golpeteos, se alcancen altísimas temperaturas.
Es por todo ello por lo que es absolutamente necesario enfriar el motor, para evitar que un sobrecalentamiento lo arruine para siempre.
De esto se encarga el sistema de refrigeración del motor de moto.
¿De qué formas se puede refrigerar un motor?
Básicamente existen tres tipos de refrigeración de un motor:
1) Refrigeración por aire
Es la forma más clásica de enfriar un motor. Casi todas nuestras motos clásicas utilizan este sistema, al ser el más sencillo.
Es muy habitual encontrar cilindros con muchas láminas de acero en su exterior. Se trata de aletas que permiten la circulación del aire entre ellas, enfriando a su paso el motor. Conviene recordar que un motor está diseñado para funcionar en movimiento, por ello, una moto arrancada durante mucho tiempo sin moverse tiende a calentarse.
Las aletas suelen estar pintadas de negro, para favorecer la radiación de calor hacia fuera del motor.
Suele ser el sistema utilizado en motores pequeños, y en casi todos los de dos tiempos.
2) Refrigeración por agua o líquido
En este caso, se introduce entre el aire exterior y el motor, un líquido que ayuda a disipar el calor del motor.
Este líquido suele ser agua destilada con un anticongelante (normalmente glicol). El aditivo le da al agua las propiedades de no congelarse, no hervir y no oxidar los conductos de refrigeración.
El fundamento del sistema es la entrada de líquido a baja temperatura en el motor, dentro del cual realiza un recorrido en el que va calentándose a medida que enfría el motor (se traspasa la temperatura del motor al líquido refrigerante).
Cuando termina su recorrido, sale al exterior y pasa a un radiador. En este radiador, gracias al aire del ambiente, el líquido vuelve a enfriarse y comienza de nuevo su ciclo.
Estos sistemas suelen contar con un termostato, que mantiene el líquido circulando dentro del motor hasta que sube la temperatura y es necesario enfriarlo en el radiador.
Comprobación del nivel de refrigerante
A diferencia de la refrigeración por aire, una refrigeración por líquido requiere mantenimiento: debes revisar el nivel de refrigerante de manera regular, purgarlo y cambiarlo cuando sea necesario y controlar el termostato.
Para comprobar el nivel de refrigerantes debes hacerlo siempre con el motor en frío.
Cuando realices esta operación, revisa el estado del radiador, por si las aletas estuvieran dobladas, en cuyo caso, deberías separarlas ayudándote de una herramienta plana de plástico, con mucho cuidado de no dañarlo.
3) Refrigeración por aceite
Además de los sistemas enumerados, el aceite de lubricación es el máximo responsable de la refrigeración del motor de una moto, de ahí que sea vital su buen estado y su sustitución periódica.
El aceite va recorriendo todas las partes internas del motor, cumpliendo su función de lubricación y refrigeración, para acabar cayendo al fondo del cárter.