Arrancar una moto clásica: es lo primero que intentamos cuando empezamos una restauración. Es nuestro principal deseo. En esta entrada te damos algunos consejos para no morir en el intento.
La Sanglas no arrancaba.
Era imposible que arrancase pues yo me había limitado a mejorar el aspecto de la moto aplazando el momento en que tuviera que enfrentarme a tareas que desconocía por completo.
Aquí radicaba mi error, que la moto pudiera limpiarse y desoxidarse era obvio y al alcance de cualquiera, sin embargo, que la moto arrancase era harina de otro costal, y si no lo lográbamos, todo el esfuerzo realizado habría sido en vano. No podía aplazarse más.
Me habría venido de perlas tener en este momento mi libro de mecánica básica de motos, pero no lo escribí hasta años después.
Modos de arranque en una moto clásica
La Sanglas 400F tiene dos maneras de arrancar: una limpia, cómoda y segura, y otra que puede costarte un tobillo, esto es:
- Arranque eléctrico (pulsando un botón) y
- Arranque manual (mediante pedal de arranque).
Con el circuito eléctrico arreglado y el motor de arranque eléctrico funcionando, lo ideal era utilizar el sistema de arranque eléctrico, y así empezamos, no obstante pronto quedó patente que la batería, si bien era asombroso que después de tanto tiempo funcionara, no resistía ni media hora de pruebas de arranque.
Intento de arranque eléctrico
Como destaca la pegatina original de la Sanglas 400F y el cartel publicitario de la 400E, su inmediata antecesora, el arranque eléctrico era digno de ser destacado, pues no era común en las motocicletas de la época, no obstante también supuso una de las averías más comunes del modelo.
¿En qué consiste cada sistema de arranque en una moto?
El fundamento de ambos tipos de arranque es el mismo: provocar el movimiento del pistón de forma externa, haciendo que éste comprima la gasolina, hasta que gracias a la explosión provocada por la chispa de la bujía, el motor comienza a funcionar autónomamente.
En el arranque eléctrico es un pequeño motor eléctrico el que inicia ese movimiento, y en el arranque a pedal, somos nosotros los que con nuestra pierna, provocamos el movimiento del pistón.
Toda esta retahíla teórica está muy bien, pero ni era tan fácil ni la moto arrancaba.
El motor de esta moto tiene mucha compresión (te explico qué es más abajo), por lo que era necesario ejercer mucha fuerza en el pedal para conseguir moverlo, y el retroceso de la palanca era criminal, haciendo peligrar los tobillos de todo aquel incauto que lo intentaba.
Ni que decir tiene que parecía que todo el mundo sabía arrancar a pedal una moto, cada persona parecía tener su propia teoría con sus propios trucos, pero a la hora de la verdad nadie consiguió arrancar ni una triste bocanada de humo a la moto.
Intento de arranque a pedal
Causas que dificultan arrancar una moto clásica
Que la moto no arrancara podía deberse a varias cosas:
- que la bujía no produjese chispa por estar sucia, engrasada o deteriorada,
- que no funcionara la bobina (es la parte que manda corriente a la bujía),
- que la batería no tuviera suficiente carga para provocar la chispa,
- que no llegara gasolina al motor,
- que la mezcla de aire y gasolina no fuera la adecuada,…
Mi padre y yo revisamos todas y cada una de estas posibilidades: cambiamos la bujía y comprobamos que efectivamente producía chispa, cargamos la batería, limpiamos el carburador a conciencia,… y día tras día pasábamos un buen rato pisando el pedal sin obtener resultado.
Un día, sin apenas esperarlo, en uno de los intentos escuchamos una explosión. Había sido sólo eso, una explosión, la moto no había arrancado pero ya podíamos tener la certeza de que todas las cosas anteriores estaban medianamente resueltas y que sólo era cuestión de tiempo que arrancara.
¿En qué consiste la compresión de un motor de moto?
Antes he hablado de la compresión del motor.
Imaginemos una jeringa a la que tapamos la boquilla e intentamos desplazar el émbolo. Notaremos que, aunque podemos comprimir el aire de su interior, nos costará mucho trabajo, dificultad que desaparece al quitar el dedo.
Algo así sucede con el motor, necesita la compresión para funcionar, pero nos cuesta mucho trabajo empezar a moverlo.
Para ello la Sanglas cuenta con una palanca de descompresión o toma de aire, que debe utilizarse instantes antes del arranque, con el mismo fundamento que cuando quitamos el dedo de la jeringa. Aquí radicaba nuestro último problema, o eso pensábamos por descarte al menos.
Después de actuar sobre el descompresor de mil maneras diferentes, de romper más de un cable y probar otro tanto de posiciones de los cables para que el movimiento fuera fluido, el problema del descompresor quedó zanjado. La moto había quedado lista para sentencia, tenía que arrancar, ya no cabían más problemas posibles.
Y arrancó, vaya si arrancó! Habíamos logrado arrancar una moto clásica.