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Restauración del asiento Sanglas

La Primitiva - Sanglas 400F - Donkey Motorbikes

La moto ya arrancaba. Cuando digo arrancar me refiero literalmente a eso, arrancar, y de arrancar a andar había aún un ancho abismo. No obstante habíamos salvado el mayor de los escollos hasta la fecha y ahora sí, podía dedicarme sin miedo a tareas estéticas, ya que desde mi punto de vista, el hecho de que la moto arrancara garantizaba su funcionamiento. El tiempo, como en tantas otras ocasiones, acabaría quitándome la razón. Tocaba restaurar el asiento de la Sanglas.


Escuchar el sonido de la moto era una gozada que pagaba con creces las largas horas empleadas en su recuperación. Era sin duda el referente de la Sanglas, y sólo con eso ya me daba por satisfecho, habría llamado la atención en cualquier parte, incluso estando la moto como estaba todavía. No obstante había que hacer las cosas bien y a medida que se iban recuperando las diferentes partes de la moto, otras llamaban poderosamente la atención suplicando ser restauradas. Tal era el caso del asiento de la Sanglas.

El estado que presentaba era lamentable. Me gustan los animales, pero de ahí a dejar que el asiento de la Sanglas fuera pasto de ratones y perros había una eternidad.

Restauración Asiento Sanglas
Estado inicial del asiento

Como puede verse en la foto, debajo del logotipo de Sanglas, se encuentra el cinturón del asiento, de uso obligatorio si la moto no tenía agarraderas para el acompañante. Resulta curioso que fuera obligatorio este cinturón mientras que el uso de casco en poblado no lo fuera hasta el año 92 en España.

Poco después descubrí que, lo que toda mi vida había visto como el asiento original de la Sanglas, se trataba en realidad de una funda de cuero del verdadero asiento. Al retirar la funda, que se deshizo literalmente entre mis dedos, apareció un asiento que, si bien era mucho más estilizado, presentaba un estado aún peor.

Restauración Asiento Sanglas

No sólo era el cuero, completamente endurecido y con agujeros más que patentes, el relleno interior también se encontraba comido y se deshacía con sólo mirarlo. Los anclajes, remaches y estructura inferior, todo metálico, venían acompañados del, ya de serie, óxido que se resistía a abandonar la motocicleta.

Restauración Asiento Sanglas
Restauración Asiento Sanglas

Era un problema estético, estaba claro, pero después de haber eliminado óxido, grasa y polvo de la moto, la vista se tornaba indefectiblemente hacia el maltrecho asiento, haciendo casi vanas el resto de mejoras.

Restauración Asiento Sanglas

Restauración del asiento Sanglas

Hasta la fecha no habíamos acudido a nadie externo para arreglar la Sanglas, con la ayuda de mi padre o de la información que encontraba en internet habíamos solventado todo lo que se nos había puesto por delante, pero de ahí a meternos a maestros tapiceros había un paso. De modo que no tuvimos más remedio que llevar el asiento Sanglas a un tapicero de Zafra, del cual teníamos buenas referencias.

No nos defraudó, lo cierto es que el asiento quedó fenomenal, respetando su cinturón original y la cerradura. El tapicero nos comentó que podría imitar las costuras originales, pero que a la larga la lluvia acabaría penetrando a través de las mismas estropeando el relleno, por lo que decidimos prescindir de ello.

Restauración Asiento Sanglas
Un gran trabajo

La moto ya era otra, el asiento nuevo marcaba un antes y un después en la restauración y nos daba miedo hasta tocarlo, no fuera a mancharse.

No obstante aún faltaba un detalle, un detalle importante.

Restauración Asiento Sanglas
Restauración Asiento Sanglas

No podía pretender ser una Sanglas sin su logotipo. Era imposible obtener el mismo resultado que el original, pues era un grabado sobreimpreso en el cuero, sin embargo podía conseguirse un resultado visual parecido.

Imprimí el logotipo en una cartulina, en un tamaño adecuado para la parte posterior del asiento, y con mucho cuidado recorté las letras que lo conformaban, consiguiendo una plantilla casera bastante lograda.

Restauración Asiento Sanglas

En este caso, con la ayuda inestimable de mi madre, bastante más ducha que yo en temas de pintura, con pintura para tejidos resistente al agua, o al menos eso espero, logramos un resultado que nada tenía que envidiar al original. La restauración del asiento Sanglas había sido todo un éxito.

Restauración Asiento Sanglas

Sin duda ya era otra cosa, la restauración estaba dando sus frutos, y cada vez quedaba menos para que la Sanglas volara. O al menos eso pensaba entonces…

Restauración Asiento Sanglas

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5 comentarios en «Restauración del asiento Sanglas»

  1. Pingback: Día 8: El asiento. | Descubriendo mi Sanglas

  2. Me ha encantado el cambio, creo que ha quedado como nueva y lista para ser disfrutada por mucho más tiempo. La verdad es que es una pena ver cómo muchas personas no saben qué hacer con sus motos antiguas simplemente porque el asiento no se encuentra en buen estado o cosas así. Creo que es muy importante que conozcan que hay profesionales que son capaces de cambiar y repararlo, de tal forma que le den un lavado de cara que quede irreconocible, como en este caso. Enhorabuena al tapicera, gran trabajo.

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